sábado, 3 de enero de 2009

PEGUERA



-PEGUERA DE ZARZUELA DEL PINAR-

Desde muy antiguo se utiliza la resina de los pinos como materia prima para la elaboración de la pez. Hemos recogido el comentario que hace el ilustre segoviano Andrés Laguna en su traducción de Dioscórides en donde nos ilustra sobre el método usado en su tiempo.
“La pez líquida es aquella resina que destila de los pinos cuando se queman, la cual se hace en esta manera. Toman los pinos más viejos que hallan, y pártelos en astillas, de las cuales hacen un gran montón en algún suelo limpio y enladrillado, cuyo medio sea un poco más alto que la circunferencia, y por todas partes igualmente se incline a ella. Después de compuesta muy bien la leña, la cubren con muchas ramas de abetos y con barro, para que no pueda respirar humo ni llama; y así la ponen el fuego; por donde conviene que la resina, con el grande calor, el cual todo se quema dentro, derritiéndose poco a poco, se cuele y descienda abajo, hasta que la reciba un canal fabricado para este efecto en torno a la hoguera. Ésta, pues, es la verdadera pez líquida, la cual recociéndose más, se endurece, y hace tan seca, que la pueden pulverizar…” (1)

Parece razonable pensar que la evolución lógica del método descrito por Andres Laguna para la elaboración de la pez sea la sustitución del sistema de “montón” por hornos estables donde se mejore la producción.

Se llama peguera al horno que se utiliza para la producción de la pez, sustancia que se elabora por destilación mediante calor de la resina de los pinos o miera.
Una peguera está formada por el horno o peguera y exterior a ella, la olla y la salida de la fiera.
El horno presenta en planta forma de herradura alargada, con una longitud de 4 metros y un ancho máximo de 1.90 metros. La boca de la peguera tiene forma de arco ojival muy apuntado, con una relación entre la luz y la flecha de 1 a 2. Está resuelta por una rosca de ladrillos macizos de un pie, alternando hiladas a soga y tizón. Siguiendo la forma de la boca, se continúa con una bóveda que se cierra en su parte posterior en una semicúpula. La coronación de la bóveda esta rematada por tejas curvas a modo de caballete. La mitad inferior de la peguera está construida con adobes recibidos con cal y la superior con ladrillos macizos. La peguera está revocada, tanto por fuera como por dentro, con barro. Aproximadamente la mitad inferior se encuentra enterrada en un montículo, seguramente artificial, con el objeto de aumentar más su aislamiento térmico y elevarla del nivel del terreno. El suelo de la peguera tiene una pendiente pronunciada hacia la parte posterior que acaba con forma de crisol semiesférico. Dada la forma de la peguera, la pez irá escurriendo y acumulándose en el fondo.
Exterior a la peguera en prolongación con su eje longitudinal y en la parte posterior se sitúa el pozo de pez u olla. A continuación y siguiendo el mismo eje está la salida de la fiera.
El pozo de pez, construido con adobes, tiene una profundidad de 1,60 metros y planta aproximadamente circular. Su boca tiene un diámetro mayor de 1 metro en el inicio, para ir cerrándose formando un cuello de 0,70 metros de diámetro que se volverá a ensanchar en el fondo. La peguera está comunicada con la olla por un conducto que sale del fondo de ésta y desemboca en la olla. Este conducto tiene cierta inclinación para facilitar el flujo de la pez. La salida en la olla está flanqueada por dos piedras y se le denomina muela o pililla. El pozo de pez se cierra en su parte superior con una tapadera de chapa con asa. El pozo comunica con el exterior por la salida de la fiera. La boca de la fiera tiene forma ojival de 10 centímetros de ancho por 30 centímetros de alto. Está flanqueada por unos contrafuertes de mampostería de cal y canto para contener la tierra y sale a una pileta con planta en forma de sector circular. Esta cavidad, realizada en piedra de granito, tiene una profundidad de 30 centímetros y es el lugar en el que se recogía la pez. Algunas pegueras carecen de fiera.

FUNCIONAMIENTO.
Para la elaboración de la pez se utilizaban los residuos del bosque: barrojos, sarros y roña. Se llaman barrojos a las hojas del pino. Si los barrojos tienen resina se les denomina sarros. A la corteza del pino impregnada en resina se le llama roña. Antes de cargar la peguera se procedía a montar la rejilla encima del conducto de salida. La rejilla se formaba con varias “cañas”, que son unos palos que se apoyan en las paredes y el suelo de la peguera, dejando un espacio libre en el fondo. Encima de la rejilla se colocaba la “ramera”, que es una capa de ramas verdes que hacen que el filtro sea más tupido. La peguera se cargaba introduciendo los barrojos, los sarros y la roña por la boca. La carga se realizaba a tongadas alternadas con lienzos de chistos y ramera verde de pino, que servía para ahuecar la carga y que tirara mejor.
Según iba subiendo el nivel de la carga, se iba cerrando la boca con adobes y barro hasta dejar un hueco sin cerrar de unos 50 centímetros de alto. Una vez cargada se introducían unos sarros encendidos con una pala larga para prender la carga. Durante la combustión la tapa de la olla se sella con tierra.

En el momento de encender la carga, los pegueros hacían una cruz en la clave de la peguera “y que ella se entienda”.El tiempo de combustión era de uno a dos días. Cuando se observaba que el fuego estaba llegando al filtro se procedía a retirar los escombros y se daba por terminada la hornada.
En este tiempo, la resina convertida en pez irá bajando por gravedad al fondo de la peguera, desde donde pasará por la pililla a la hoya.

La pez se podía recoger de dos formas: cruda o sólida.

Para la pez cruda, una vez acabada la combustión y transcurrido un cuarto de hora, se abría la salida de la fiera por donde salía la pez que se recogía y envasaba. La pez presentaba un color negruzco y una viscosidad parecida a la miel. Esta pez se comercializaba directamente para utilizarla como alquitrán, elaboración de aceites y barnices o se aderezaba para los boteros y los barcos.
La pez se aderezaba para quitarle el olor a humo y para que no se solidificara. El procedimiento de aderezar consistía en cocer la pez con ajo, cebolla y cáscara de naranja. La cocción duraba aproximadamente un día.
Para la pez sólida, se procedía a tapar con barro el agujero de la muela. Cerrados todos los orificios de la hoya se prendía fuego a la pez de su interior. La combustión duraba de una hora y media a dos horas, debiendo remover la pez con un balanguero (palo largo), cada diez minutos aproximadamente. La temperatura que alcanzaba la combustión rondaba los 300 grados centígrados. Para saber si la pez había alcanzado el punto, las gotas adheridas al balanguero se depositaban en un recipiente. Cuando se secaban, se aplastaban con el dedo y si se hacían polvo, el producto ya se había conseguido. Para interrumpir el proceso se ahogaba el fuego sellando la tapa con tierra. Pasada una media hora las llamas se apagaban y se abría la boca de la fiera con el albando. Previamente se habían hecho en el suelo unos moldes con tablas a modo de gradillas formando un rectángulo de 1 metro de largo por 0,5 de ancho y dividido en dos cuadrados. La pez, que salía muy caliente, se recogía en la pila y se introducía en los moldes donde se solidificaba al enfriarse. Este nuevo producto es el llamado pez griega o colofonia negra. La colofonia se vendía a los laboratorios para la obtención de barnices y colas entre otros productos.
Se cree que el nombre de fiera se debe a la agresividad con la que salía la pez en este proceso, dada su elevada temperatura y fluidez. Era tradicional echar patatas en la fiera, que se asaban en muy poco tiempo.

Las pegueras se utilizaban en el período que va desde noviembre hasta marzo o abril, aunque algunas veces funcionaron todo el año. La mayoría de las pegueras de Zarzuela del Pinar se dejaron de usar a finales de los setenta. En la actualidad todavía se utiliza alguna ocasionalmente.
Jorge Miguel Soler Valencia


NOTAS:
1- DIOSCÓRIDES, MATERIA MEDICA, traducción y comentarios de Andrés Laguna - 1563.

Informante: D. Luis Calvo
D. Emiliano de Pablos.