sábado, 3 de enero de 2009

MOLINO DE ROÑA




-MOLINO DE ROÑA DE NARROS DE CUELLAR-

Uno de los significados que podemos leer en el diccionario de la palabra “roña” es el de “corteza de pino“(1) De la corteza de pino reducida a polvo se extrae el tanino que se usa como curtiente en la elaboración tradicional de los cueros (2) Por tanto, un molino de roña es aquel en el que se moltura la corteza del pino hasta convertirla en polvo para usarla como curtiente.

El molino está emplazado en la tahona, una dependencia de planta cuadrada de unos cuatro metros de lado, ocupando una esquina del patio de la casa. La tahona esta resuelta con muros de adobes y entramado de madera y cubierta con estructura de madera y teja segoviana.
Esta formado por el mortero, que es la parte fija, donde se depositaba la roña para molturarla y la piedra que es la muela móvil.
El mortero tiene forma exterior de tronco de cono invertido y su interior forma de vasija. La base de esta vasija esta formada por la muela fija. Esta muela, con un diámetro de 1.2 metros, está labrada en piedra caliza y tiene canales como las piedras de los molinos harineros. El mortero está realizado con adobes tomados con mortero de cal y revocado primitivamente con el mismo material. Posteriormente se ha revocado con mortero de cemento. Del centro de la piedra fija sobresale el apoyo inferior de madera del eje vertical.
La piedra móvil o volandera conocida por “ruello” (3) tiene forma cilíndrica de 1,2 metros de diámetro y un grosor de 0,42 metros. En su superficie curva tiene labradas unas ondulaciones a modo de dientes. Está situada encima de la piedra fija y es accionada por la acción de una caballería. Por tanto nos encontramos con un molino de “sangre” de los también llamados “tahona”. Nos ha sorprendido su gran similitud con la almazara granadina de las Laerillas del pueblo de Nigüelas, que está datada en el siglo XIV.
El eje vertical, que sirve para que la muela describa su movimiento circular sobre el mortero, está realizado en madera y gira apoyado en su parte superior en un travesaño que va de pared a pared de la tahona. Este eje vertical tiene una caja alargada por donde pasa el eje horizontal de la muela. Esta caja permite que el eje de la muela pueda ascender o descender en su giro según la cantidad y grado de molturación de la roña que está pisando.
La muela, al ser cilíndrica, tiende en su movimiento a describir una línea recta. Al ser forzada a realizar un movimiento circular, una parte de ella resbala sobre la piedra fija provocando un efecto de pinzamiento que sin duda mejora la molturación.
El eje horizontal de la piedra móvil es solidario a ella y forma todo un conjunto rígido, por lo tanto gira con la muela. Por un extremo, el eje esta materializado por una pieza de hierro forjado que atraviesa al eje vertical del molino y por el otro extremo está formado por un brazo de madera de un metro de longitud que es donde se engancha la caballería para accionar el molino.

La localización de este molino de roña se explica por la cercanía de la materia prima que se obtenía del pinar. El pinar, en la zona de Samboal está formado principalmente por dos clases de pinos, el pino negral, empleado para la extracción de la resina y en menor cantidad el pino albar del que se aprovecha su madera, piñas y roña.

D. Pedro Alonso Laguna, apodado por su oficio “el roñero” se quedaba con la roña de los pinos de la corta de Samboal. Los meses de Noviembre y Diciembre se dedicaban por completo a coger la roña de los pinos albares que se habían cortado para madera o leña. La roña se sacaba con una azuela y se iba agrupando en un montón. Seguidamente la roña era transportada en carro tirado por machos hasta el molino en Narros.
El mortero se llenaba a cestos con cortezas de pino y enganchado un macho a la piedra del molino se le hacia girar. Recuerda Doña Alfonsa Hergueras cómo su abuelo Pedro les encomendaba a ella y a sus hermanos la tarea de azuzar al macho con un palo para que no dejara de mover el molino. La roña crujía bajo el peso de la muela y era tal el polvo que se producía que debían de protegerse la nariz y boca con un pañuelo. El proceso duraba entre una y dos horas hasta convertir las roñas en polvo. En todo ese tiempo el abuelo, con una rastrilla, iba dando vueltas a la roña para que toda se moliera uniformemente.
La roña bien molida se cribaba y se separaba de las granzas que son pequeñas roñas que se echaban a la lumbre. El polvo de roña se introducía en sacos para llevarlo a las fábricas de curtidos.

Si en el molino era el abuelo Pedro el que pasaba más tiempo, el encargado de transportar el producto era su padre Fabián Hergueras. Con un carro de varas con toldo y tres machos en reata llevaba la roña molida a Salamanca, Mota del Marqués, Tordesillas y también a la estación de tren de Nava de la Asunción donde era embarcada.

El molino de roña de Narros de Cuellar estuvo en funcionamiento hasta finales de los años cuarenta. Es el único molino para elaborar “casca” que se conserva y por tanto uno de los pocos vestigios de la importante industria del curtido que ha llegado hasta nuestros días (4)

Jorge Miguel Soler Valencia



NOTAS:
1 - Real Academia Española, DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA – 1992.
2- REPRESA, Mª Francisca, TENERIAS PALENTINAS. LA PERVIVENCIA DE UNA TRADICIÓN, REVISTA DE FOLKLORE, Nº 165.
3- Anónimo, L0S VEINTIÚN LIBROS DE LOS INGENIOS Y MAQUINAS – SIGLO XVI.
4- Sabemos que con posterioridad a nuestro estudio parte del molino ha sido desmontado.


Informa: Dª. Alfonsa Hergueras y Dª. Lucita de Benito.